Esta obra pertenece a una de mis últimas
series, “Habana con Habano”, repleta de lugares de la Habana Vieja. ¿Cómo
no pintarle a esta hermosa ciudad? ¿Cómo desandar sus calles y no sentir la
necesidad de llevar al lienzo sus colores, matices, claros-oscuros? ¿Cómo no
aprovechar las esencias del tabaco, elemento indispensable en la historia de
esta ciudad, para reflejar los tonos al caer la tarde?
Es un
hecho que el tabaco cubano con su indiscutible calidad viaja el mundo. Decir
habano es hablar de Cuba y esa imagen que provoca su aroma también se puede
percibir en mis obras con NICOTINTA.
Por
estos días el sueño ha regresado apacible para motivarme a regalarte imágenes
de la Habana,
con habano.
¿Quieres recibir alguna de mis obras pintadas
con Nicotinta? escribeme.