sábado, 16 de febrero de 2013

Gamboa pinta con saludables esencias del habano

Vladimir Castillo Gamboa pintor cubano de tintas de tabaco

Fragmento de entrevista


El mundo solo conoce un rostro del habano por el gusto que han despertado los famosos puros cubanos, más otras esencias, muy saludables al hombre, propone el artista Vladimir Castillo Gamboa con su técnica denominada nicotinta, consistente en la reapropiación de la ceniza, la tinta y el humo del tabaco.
Este joven paisajista también expresa su gusto por el agua a través de los reflejos de La Habana y evoca orígenes de la nación con obras sensitivas y olorosas, donde la memoria y la identidad confluyen entre los colores entrañables del recuerdo y los olores de su onírica realidad.
--¿Cuándo redescubre el tabaco?
--Comenzó mucho después de tratamientos que hubo que hacerme cuando pequeño, por diversas dolencias del oído. En el campo, allá donde nací en Yuraguana, un pueblo de Niquero, en Granma, se acostumbraba soplar humo de tabaco en el oído. Después, por la pura curiosidad juvenil de descubrir nuevas cosas, fumé algunos tabacos de marca. El tabaco tiene sus características, hay uno más dulces, otro más amargo. La amargura del que no era muy especial me hizo abandonarlo como opción para fumar. Después apareció la opción de usarlo como pintura. Una vez me preguntaron si estaba en contra del tabaquismo y no, realmente estoy a favor de la salud.
El resto de la entrevista puede ser leida en